Cuando la ansiedad no te deja vivir

por Abr 16, 2020Explicaciones, Personal5 Comentarios

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La ansiedad es como una mecedora. Te da algo que hacer, pero no te lleva muy lejos.” Jodi Picoult

Si venís aquí con la intención de buscar milagros, consejos, soluciones… No perdáis vuestro hermoso tiempo, mi intención con esta entrada es explicar mi experiencia para que tú puedas usar lo que más te interese o te resulte más útil respecto a este trastorno.

Tener ansiedad es una mierda como un piano, vives constantemente nerviosa y atenta, pero eso sí, te da el superpoder de estar muy activa, tanto que sin dormir sigues haciendo y rehaciendo. Pero nada es gratis, ese superpoder te lleva por el camino de la amargura: nerviosismo, miedo, espasmos, insomnio, dolor generalizado, bruxismo, contracturas, falta de concentración, sensación de angustia, ahogo, subidas de tensión, ataques de ansiedad y de pánico, etc. Podría hacer una lista tan larga que llegaría a ocupar los caracteres necesarios para crear una entrada.

Lidiar con tantos síntomas físicos, mentales y emocionales, hace que sea muy complicado abordar la ansiedad, por eso no hay un único camino, sino que habrá tantas herramientas como personas y experiencias, cada uno debe coger su kit de supervivencia. Y lo más importante es no creerse nada, sino experimentarlo y sentirse.

Mi experiencia

Cuando me dijeron que tenía ansiedad, pensé: «¡Qué tontería más grande!, tengo estrés como todo el mundo». Pero claro, poco a poco fuí llevando mi percepción más hacia el interior, sobretodo en mi respiración en el día a día, mi respiración cuando no estaba en una sala de yoga, ¿qué pasó?, que flipé. Flipé pepinillos. Respiraba con el mínimo volumen de aire para mantenerme viva, y ahí es cuando empecé a sentirla.

Había momentos que no sabía por qué me ponía tan nerviosa, pasaba de 1 a 100 en un segundo, y una vez que estaba en el 100 ya no había nada que me pudiera bajar ese subidón. A veces, ya no era solo que estuviera nerviosa e hiperactiva, sino que me entraban ataques de ansiedad, empezaron durante el día, pero a medida que esto avanzaba, me visitaban en mis pocas horas de sueño.

Con el tiempo sucedían cosas fuera de control, como espasmos nocturnos y sacudidas fuertes del cuerpo, como vía para canalizar esa tensión que acumulaba mi cuerpo.

En resumen si de día estaba ultraactiva y de noche mi cuerpo y mi mente no me permitían descansar ya te puedes imaginar como estaba. Hecha una mierda. Lo interesante de todo este rollazo es lo que viene ahora.

Cosas que me han funcionado para aliviar la ansiedad

Me han recomendado tantas cosas que no sabría ni por donde empezar. Mi intención es detallarte abajo lo que a mí me ha ido bien, las cosas con las que yo he sentido una mejora immediata o a largo plazo. ¡Ah! y evidentemente no voy a discutir sobre si la medicación es útil o no, este aspecto solo lo pueden valorar los psiquiatras, y a mí la medicación me ha salvado la vida. Y yo dije que nunca me iba a medicar, pero cuando llegas a un punto en que nada te ayuda, necesitas tener cierto control, tu cuerpo necesita descansar aunque no duermas y tu mente necesita relajarse al menos unas horas.

Aceptación

Aceptar es la clave para empezar a ponerle remedio. Y para mí, una forma de aceptar, es ponerle cara y ojos a las cosas y definirlo tal cuál es: un trastorno mental. Y lo es cuando te incapacita para desarrollar tu vida.

Comer equilibrado

Observé que los alimentos debían ser lo más neutros posibles, los que te dan combustible a dosis pequeñas, por supuesto queda descartado el azúcar, café, tés y harinas refinadas.

Bruxismo

Para aliviar la tensión de la articulación ATM, lo que mejor me fué es ponerme dos tapones de corcho entre las muelas e ir apretando y relajando, darme un masaje en los músculos de la mandíbula, aplicarme calor. Y sobretodo evitar comer cosas duras y masticar chicles.

Evitar drogas

Nada de alcohol, tabaco u otras sustancias, porque ese grado de relajación que nos produce lo vamos a querer siempre, entrando en una espiral infinita, difícil de salir. Si empezamos tenemos un problema más.

Autoobservación

Para mí fué muy importante ver qué cosas me ponían peor, como series, películas, lugares, personas. Estás con la sensibilidad a flor de piel y percibes todo de manera aumentada. Sí, es difícil dejar de ver tus series favoritas, pero merece la pena si no quieres estar de «after» cuatro días seguidos.

Cantar

Cantar ayuda a tu estado emocional, dependiendo de lo que cantes, claro. Pero, sea lo que sea, cantar te ayuda a respirar, sin estar atento a la respiración. Si lo haces de forma indirecta, tu mente se enfoca en otra cosa, en este caso en tu voz y en la melodía, además de tener que modificar tu respiración.

Reduce la actividad

Es muy importante que mantengas un nivel de energía lineal. Si estás con un nivel de energía muy alto durante todo el día, después el bajón será proporcional. De aquí la importancia de intentar ir observando y modular tu nivel de actividad, porque eso va a repercutir directamente en tu nivel de ansiedad.

Terapia

Hacer terapia es ir a la clave, es ponerle el foco en la raíz de donde surge esa ansiedad. El terapeuta o psicólogo te ayuda a lidiar, normalizar, disminuir o en algunos casos curar, el trastorno ansioso, a través de herramientas y su experiencia de otras personas. Sin terapia es muy difícil salir de la ansiedad.

Ejercicio y meditación

En mi caso, cuando he tenido un nivel alto de ansiedad, me era imposible meditar. Respecto al ejercicio físico, el yoga sí que me ha ayudado, te recomiendo que te busques algo que te ayude, no lo que todo el mundo te diga que funciona. Experimenta qué tipo de ejercicio sienta bien a tu mente.

En la próxima entrada del blog hablaré, desde mi experiencia tanto como de afectada como de profesora con alumnos con ansiedad, de como adaptar una clase de yoga a alguien que tiene ansiedad. Y si eres alumno de como te puedes sentir más cómodo en una clase grupal.

Lidiar con un ataque de ansiedad

Aquí te voy a intentar resumir lo que yo uso cuando estoy en pleno ataque de ansiedad, evidentemente hay mil formas para lidiar con él, pero te invito a que busques tus formas porque son las únicas que te van a ayudar.

1- No te asustes, si te pones más nervioso te va a costar respirar todavía más, intenta separarte de esa sensación tan abrumadora que te invade.

2- Túmbate en el suelo bocaarriba. A mí me iba bien extender los brazos en cruz, así mi pecho está más abierto y me da la sensación de que mis vías respiratorias están más libres para poder respirar.

3- Respiración. A mí, escucharme respirar o contar la duración de la inspiración o expiración me agobiaba aún más. Pero entonces lo que hacía, es respirar indirectamente, es decir, enfocarme en la sensación física del cuerpo al respirar: llenar de aire la barriga al inspirar y en la expiración, dejar que la barriga se hundiera y mantenerme ahí. Quizás es más fácil de sentir si llevas las manos a la barriga.

4- Sal al balcón y si es invierno mucho mejor. Que te dé el aire fresco en el cuerpo y observa como ese calor interno que has generado se va calmando.

5- Dúchate con agua fría. Cuando tienes ese calor brutal, que parece que te quema, y sientes que eso te agobia aún más, yo sentía que necesitaba bajar ese fuego inmediatamente.

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Reflexión

Espero que te haya podido ser útil algo, mi mayor deseo no es que hagas y pongas en práctica lo que te he dicho, lo que me encantaría es que buscaras tus propias herramientas, para lidiar con este trastorno y de esta forma que puedas sufrir menos. Investiga y ensaya para tener tu mejor kit contra la ansiedad.

Te invito a que compartas tu experiencia y tus herramientas para que todos podamos aprender de todos y poco a poco luchemos para combatir el estigma que hay en la sociedad.