Formaciones: Yoga prenatal y postnatal
“La maternidad tiene un efecto humanizador, todo se reduce a lo esencial” Meryl Streep
Cuando acabé la formación principal en Mandiram, tenía claro que iba a seguir formándome con otros módulos, pero había uno que tenía muy claro que iba a hacer: el yoga prenatal y postnatal. Tampoco sabría decir porqué, pero lo único que sabía es que me gustaba mucho esa conexión de la mujer con su cuerpo en esa etapa tan especial. Ese conexión de la energía femenina en un lugar específico y con una motivación común, cuidarse para poder cuidar a sus bebés. Desde mi ignorancia me parecía algo muy bonito.
La vida te lleva sin querer
La vida es supercuriosa, con el tiempo me he dado cuenta de que te va encauzando sin querer hasta tus objetivos, pues con el yoga prenatal me ha pasado algo así. Durante un año me ofrecieron en tres ocasiones dar clases de yoga prenatal, y yo siempre respondía lo mismo: «No, lo siento, no tengo la formación». Pero a la cuarta vez decidí coger las clases (Ya habiéndome apuntado a la formación). Pues bien:
- Antes había recibido la formación de yoga terapéutico y tenía bastantes recursos a la hora de impartir clases.
- Tenía muy claro lo que una madre gestante no puede hacer.
- Era consciente de que me faltaba algo de información, entonces me puse manos a la obra, estudiando libros, vídeos y buscando mucha información. ¿Qué pasó? Que muchas veces se contradecían entre ellos.
- Decidí recurrir a la confianza y experimentar por mi cuenta. Practicaba con una garrafa de agua dentro de una mochila, simulando una barriga.
Con estos pasos estaba motivada y convencida de que mi experiencia era bastante similar a la de una embarazada. Al final, como todo en la vida debemos aplicar el sentido común.
Quizás muchos de vosotros penséis que soy una inconsciente, pero también os aseguro que hay muchas embarazadas que van a clases «normales» y el profesor tampoco tiene ninguna titulación. Con esto os quiero decir que todo está bien, porque todo depende de la información (que no formación) que tenga el profesor. Yo en este caso me autoinformé, experimenté e indagué por mi cuenta con plena consciencia de cada movimiento, verificando si era el correcto. Estaba completamente segura que lo haría bien, sino soy la primera que por precaución me habría negado.
Formación
Sinceramente, solo puedo agradecer que haya recibido la formación y las clases a la vez, porque es otra forma de realizarla, más consciente y más conectada con el motivo, además de tener la gran suerte de ponerlo en práctica todo lo aprendido inmediatamente, así se fijan los conocimientos más facilmente.
Mandiram siempre está a la altura, en mi opinión ha sido una de las mejores formaciones complementarias que he recibido, es una gran conexión al mundo femenino y un gran aprendizaje en todos los ámbitos: Fisiológicos, mental y emocional. A Gordana se le nota que le resulta un tema apasionante y yo lo he recibido con mucho amor y consciencia, siempre llevándonos más allá de lo físico. Porque la realidad es que a una madre gestante no solo le cambia el físico sino que hay cambios mucho más profundos que casi nadie es consciente. Por eso el yoga es una buena herramienta, ya que trabajamos todo, el cuerpo físico, emocional y espiritual, sino no sería yoga.
Prenatal
Hay dos cosas que me impactaron bastante, debido a mi escaso conocimiento en el tema:
- La doula. Aida nos explicó con claridad, diferentes casos de mujeres embarazadas, del parto o después del parto. Incluso llegó a explicar el suyo propio. Creo que a todos nos tocó un poquito su sinceridad, además por mi parte redescubrí el papel de doula que yo había interpretado mal durante todos los años atrás: pensaba que era defensora del parto natural, la lactancia materna y la crianza de apego. Yo no estoy en contra de ninguna cosa, pero mi único pensamiento siempre ha sido que la mujer debe decidir lo mejor para ella misma. Por lo tanto la doula es un acompañamiento emocional, sin juzgar ni intervenir, simplemente estar presente.
- El parto. Aprendimos mucho de lo bien preparado que está el cuerpo de una mujer para parir fisiológicamente sin intervención médica. Todo el sistema hormonal que se desencadena para llevarlo a cabo es increíble. También entendí por qué hay tantos problemas para llevarlo a cabo de forma natural: El estrés que puede generar el hospital, la importancia de cómo tratar a la mujer o ver el parto como una intervención médica y no como algo natural, además, cada una son seres únicos que tienen diferentes necesidades, no verlas como números. También me sorprendió que no supieran que tienen derecho a decidir (siempre hasta un cierto límite) sobre como les gustaría su parto.
Yoga postnatal
No quiero transmitir la sensación de que exagero, pero es un mundo del que no se habla, es muy tabú. Por eso lo viví como un descubrimiento como mujer, sobre todo a nivel emocional. Me gustó las tres siguientes partes:
- Problemas físicos postparto. Marta Sardá compartió con nosotras conocimientos de los diferentes problemas que pueden haber después del nacimiento: Los distintos prolapsos, desgarros, mastitis, etc. Cómo trabajar físicamente con una mujer.
- La depresión postparto. Nos lo explicó Lynne McIntyre. El clásico tabú de esta sociedad y encima «después del nacimiento de tu hijo, que tienes que estar feliz, contenta, agradecida a la vida», tampoco está bien tener depresión. Pues ocurre frecuentemente y como sociedad deberíamos estar acostumbrados a tratar, lidiar y normalizar de una vez las depresiones.
- Masaje infantil. Una de las partes más bonitas y divertidas. Tobias Kühn transmitía su pasión por los bebés y dar masajes que incluso se le notaba a través de un simple muñeco. Cada uno nos teníamos que llevar nuestro «bebé» para aprender, yo me llevé la Baby Feber de cuando era pequeña :D. Creo que es una forma preciosa de conectar con tu hijo, y lo mejor de todo, no hace falta ser la madre para hacerlo, puede implicarse el padre, además, creo que es un buen método para que el bebé aprenda a relajarse y no llegue a la edad adulta como la mayoría.
Conclusión
Lo que me llevo de la formación prenatal y postnatal es que a través del yoga, podemos ayudar a las madres a aprender multitud de cosas:
- A respirar: Importante en el momento del parto y cuando estamos con el bebé para transmitirles paz y calma.
- Ser conscientes del cuerpo físico: Aprendiendo posturas para aliviar los dolores de las contracciones o para recuperarnos después del parto.
- Vivir el momento presente: Disfrutar del día a día en el embarazo y cuando el bebé está entre nosotros.
- Que sean conscientes de como quieren pasar cada etapa y que tomen fuerza para hacerlo.
- Aceptación y entrega: A veces las cosas no suceden como queremos y por ello no nos podemos sentir culpables, porque siempre lo hacemos lo mejor que sabemos.
Y por supuesto, les entregas una hora de conexión con ellas, con su bebé. Donde no tienen que demostrar nada y donde pueden estar embarazadas sin ser una supermujer que tiene que hacer de todo.
Reflexión
Al igual que me pasó a mí, que la vida te plantea tres veces el mismo reto hasta que tomé la decisión de aceptarlo, superando mis limitaciones y miedos con esfuerzo y constancia:
¿La vida te ha puesto en la misma situación varias veces?
Un resúmen preciso y precioso Lauri 💛
Muchas gracias Eva, sobre todo por compartir la formación juntas.